Sánchez Yébenes ha aprovechado para recordar la trayectoria de su Grupo Municipal en contra de un proyecto “que nos preocupa independientemente del impacto que pueda tener en Valdepeñas, porque afecte o no afecte a la localidad, si afecta a la comarca y si queremos ser cabecera de comarca, todo lo que le perjudique, perjudica a Valdepeñas”.
Para el Portavoz de IU-Ganemos en Valdepeñas no es tampoco justificable el planteamiento economicista que se le ha dado a este tema, ya que “si fuera económicamente rentable para Valdepeñas estaría bien, y si no lo es, está mal. No tenemos que olvidar que es un proyecto cuyas licencias de explotación son de diez años, estamos hablando de pan para hoy y hambre para mañana y que en ningún caso va a genera puestos de trabajo en Valdepeñas por encima de lo que está generando todo lo que es el sector agropecuario y la industria vinícola”.
Por su parte, la Coordinadora del área de Medio Ambiente de Izquierda Unida Castilla-La Mancha ha explicado que ahora mismo es el momento de presentar las alegaciones previas al proyecto de tierras raras y que la esperanza que tienen desde IU “es que con nuestras alegaciones, y otras muy contundentes que hay, se cierre el expediente aquí”
Las alegaciones
El principal argumento de las alegaciones de IU es que el proyecto minero de extracción pretende mover diez millones de tierra en diez años, suponiendo con ello “un destrozo” a la subcuenca alta del Guadiana, declarada como deficitaria desde 1987, causando a la misma “un problema de contaminación y de sobreexplotación”.
Con relación a los 300.000 metros cúbicos de agua que necesita el proyecto, que inicialmente procederían del Embalse de la Cabezuela, asegura Prieto que “el problema es que ese embalse está destinado a uso de agua de boca, y destinar ese agua a uso minero, supone salirnos del plan de cuenca. Si ocurre esto tenemos un problema para el tema del abastecimiento, en caso de sequía, de las más de 36.000 personas que están bebiendo de ese embalse”.
Otra de las alegaciones tiene que ver con la ZEPA, Zona de Especial Protección para las Aves, que se encuentra a menos de un kilómetro de la zona donde están previstas según el proyecto las extracciones. “No nos pueden decir que un proyecto que va a mover doce millones de toneladas de tierra no va a afectar a la ZEPA, es imposible”, ha afirmado.
Otra de las cuestiones tiene que ver con la “dudosa rentabilidad” del proyecto, para el que sería necesario recurrir al traslado de los materiales extraídos a Francia o a China para su tratamiento hasta que sea un material puro. “Solamente por el coste que tiene la excavación en sí, poder llevar el material para que tenga ese tratamiento y sacar el material puro, sospechamos que la rentabilidad nos resulta un poco extraña”. Aunque en este caso no se trata de un criterio que la Junta establece para denegar el permiso a las extracciones, para IU “si es algo muy importante porque si a la empresa no sale rentable y no saca los beneficios esperados, la segunda parte, la restauración de la zona, nunca se hace”.
También les preocupa, y así lo hacen constar en las alegaciones, el tema de la contaminación atmosférica y la radioactividad.
