miércoles. 15.05.2024
La opinión de
Julio García-Casarrubios Sainz

Julio García-Casarrubios Sainz

Actitud ejemplar

Todos los políticos dicen con insistencia que el debate debe ser de ideas, y no debates personalistas. Pero pocos lo cumplen; se queda en eso: en un deseo. ¿Cómo se debería haber planteado el debate que se cierne sobre el PSOE? ¿Cuál debería ser el fondo de la cuestión? Debería, no lo que ha sido. Y por no hacer lo que se debería, y hacer lo que nunca se debió hacer, es por lo que ha fracasado. Un desastre. Aquí se debatían dos posiciones; -deberían haberse debatido-.

¡No vence nadie!

No sé quién decía que la derecha siempre iba de la mano con la derecha, y la izquierda en contra de la izquierda. ¡Qué razón tenía! Sí. La derecha, en España y en Europa, ha perdido su esencia ideológica y ha decidido, -sus líderes- compincharse con el poder financiero para ponerse a su servicio.

¡Qué os aproveche!

Terminaba el fin de semana pasado clamando al vacío que lo importante no eran las estrategias; ni siquiera si el PSOE va a estar en el gobierno o en la oposición. Que lo urgente es rearmarse en el doble frente de la ideología y las actitudes. Pedía que desde mañana, -o sea ya hoy-, deberían estar presentando proposiciones parlamentarias de esencia socialdemócrata; y señalaba los cinco frentes que urge acometer. No me han hecho ni puñetero caso. 

"Volver a su esencia"

Abstenerse el PSOE para facilitar un gobierno de Rajoy, en las actuales circunstancias, es la última de las opciones a la que podría optar, Pedro Sánchez. ¡Nunca! Si el Partido Popular fuese un partido liberal, conservador, democristiano, como rezan sus cánones, no estaría mal, al menos, analizar si merecería la pena renunciar a la socialdemocracia para favorecer la formación de un gobierno estable. Pero no es el caso. El Gobierno presidido por Rajoy ha tenido de todo, menos liberal, conservador y democristiano.

“Desbloquear”

Es verdad que el Gobierno de Mariano Rajoy tomó la alternativa en un momento muy malo, en un momento de gravísima crisis; quizá la mayor crisis desde el crack del 29, desde “la gran depresión”. También es verdad que en su investidura del 20 de diciembre de 2011, declaró ser consciente de la difícil situación a la que se enfrentaba. Pero prometió no mirar al pasado, no culpar a nadie, y trabajar mirando al futuro. Y hasta ahí las verdades. A partir de ese momento todo han sido mentiras. Mentira tras mentira.

"La gran pregunta"

Resuelto el problema. Soria renuncia a su nuevo puesto de director ejecutivo del Banco Mundial, con un sueldo de 19.000 euros mensuales, libres de impuestos. ¡Qué pena! Pobrecito. Pero así, y todo, no pueden esquivar las explicaciones por haber intentado, mediante mentiras, colarnos la milonga.

Línea de salida

Rajoy y el partido al que representa no tienen remedio. Ha llegado a la cúspide de la desconfianza de todos. Ni ciudadanos se puede fiar. 

Dignidad Democrática

En próximas columnas me dedicaré al análisis de lo bueno y lo malo del PSOE, como había prometido. Pero hoy, y en aras de la actualidad, hablo del “NO” de Pedro Sánchez, el “NO” del PSOE, el “NO” de la socialdemocracia. He tomado frases y argumentos del profesor de Filosofía en la Universidad de Granada, José Antonio Pérez Tapias.

Insistiendo otra vez

Lo he dicho muchas veces. Quizá sea deformación profesional, el repetir y repetir. No es la primera, y no será la última. No dejaré de decirlo, hasta que me hagan caso… y no me van a hacer. Porque los políticos no se cansan de decir, que escuchan a los ciudadanos; pero no es verdad, se pasan por ese sitio lo que los ciudadanos les decimos. Ellos van a lo suyo; viven en otra galaxia; nos separan mucha, mucha materia oscura; invisible, pero que forma una potente capa aislante.

Nos engañan

Nos están engañando como a verdaderos pipiolos. Bueno, a quien quiera dejarse engañar. Y es que una buena parte de ciudadanos elige la papeleta que van a depositar en la urna porque es la de los suyos. ¡Son los suyos! Y eso es lo más importante. Si son incompetentes, si sabemos que nos van a engañar, si nos traen desigualdad y pobreza, si atentan contra el estado de bienestar, si son unos chorizos y unos “aprovechaos”, eso no importa. Son de los nuestros, y se acabó.

"Justicia para Cataluña"

Desde hace algunos años se ha hecho demasiado frecuente confundir la Justicia con la Política. Se ha producido y se sigue produciendo esta confusión con los temas de corrupción. ¿Por ignorancia o porque alguien está interesado en engañarnos?. Yo creo más en lo segundo. Pero dejando aparte el tema, no menor, de la corrupción, hoy me voy a limitar a hablar de esta confusión refiriéndome a Cataluña.

¿Responsables?

La responsabilidad siempre es alícuota, que no igual. Cada cual tiene su parte de responsabilidad. En este momento de bloqueo institucional, es muy oportuno hablar de responsabilidades alícuotas. Y, para ello deberíamos establecer dos bandos, dos territorios: en un lado el gobierno en funciones, como partido más votado, y en el otro los demás, con la obligación de ofrecer alternativas, si el primero no lo consigue.

La derecha gana

¿Y cuando no? Si echamos un vistazo a todo el siglo XX, todos los enfrentamientos convulsos, empezando por la Regencia, y siguiendo por la Monarquía, la República, la Guerra Civil, la Dictadura, hasta en democracia, la derecha siempre se ha llevado el gato a sus aguas. Pero no por méritos propios, y eso es lo más indignante. Reconociendo todo el mundo que su papel, -tanto su actuación como su actitud-, ha sido impresentable e intolerable. Pero gana las batallas. ¿Por qué? Porque la izquierda se lo regala, se lo pone a huevo, le extiende a sus pies la alfombra roja.

"Otra vara de medir"

Algunos le llaman eufemísticamente tener una distinta vara de medir. Yo le llamo, tener la cara más dura que el cemento. Hemos pasado de “independentistas radicales que quieren romper España” a “nacionalistas moderados que contribuyen a la gobernabilidad de nuestro país”.

Difícil situación

Digo difícil, por no decir lamentable. Algunos lo venimos diciendo desde el primer intento fallido de diciembre pasado. ¿Era mejor el bipartidismo que teníamos? No; rotundamente no. Es más: la situación lamentable que ahora sufrimos viene del bipartidismo. La alternancia en el poder, desde Cánovas y Sagasta, ha conducido a que el partido que gobierna haga lo que le sale del ombligo. El bipartidismo mal utilizado nos ha hecho olvidar que la política es diálogo, es acuerdo, es consenso. Olvido que nos ha sumido en esta difícil, o lamentable, situación.

"El conformismo"

A veces los mitos se cumplen. ¿Los españoles son conformistas? La pregunta no tiene fácil respuesta. Ha habido épocas de nuestra historia en las que ciertos sectores, manifestaron su inconformismo, lucharon por él. Inconformismo que supuso progreso. Sí. Inconformismo significa progreso; significa avances; significa no permitir que una minoría haga su santa voluntad para beneficio propio; el inconformismo que evita que esa minoría avasalle a la inmensa mayoría de la sociedad. El inconformismo al que le debemos los avances en equidad social.

"No es difícil"

Me he equivocado. Quería decir: que no debería ser difícil. Pero si es difícil. Lo es tanto que llega a ser imposible, si no cambian las actitudes. Son las actitudes, son las estrategias, son los intereses de partido, lo que lo hacen inalcanzable.

"Un país en crisis"

El historiador e hispanita inglés, Paul Preston, catedrático de Historia Contemporánea Española, preguntado por sus impresiones después del 26-J, dice reconocer que no entiende nada.

"El Brexit global"

“Brexit”, la palabra de moda. Ya se empezó a utilizar la palabra “Grexit” cuando se especuló con la salida de Grecia de la Unión Europea, pero no tuvo el impacto que está teniendo “Brexit”. Quizá sea por las consecuencias que puede tener. La palabra “Brexit” es el acrónimo de Britain (Gran Bretaña) y exit (salida). Esperemos que no tengamos que hablar un día del “Catalexit”.

Un grave trilema

Si se confirman las encuestas y el PSOE pasa a ser la tercera fuerza política en España, el histórico partido se va a ver sumido en una situación que ni los más viejos del partido se hubieran imaginado. Puede verse en vías de desaparición, o al menos en un puesto de marginación; puede convertirse en una fuerza irrelevante, por mucha bisagra que tuviera en su mano.